Esta semana nos dedicaremos a analizar una de las estrategias de crecimiento
más efectivas que se ha implementado en algunas empresas con sede en
Alemania, tales como Daimler, Bayer, Siemens y SAP, es considerar el puesto de “Direktor
Grundsatzfragen” (se traduce como “Director de Preguntas Fundamentales”) dentro
de la estructura organizacional.
Asimismo ponemos a su disposición el material que encontrará en el siguiente vínculo: PREGUNTAS PODEROSAS
Una vez que usted se familiarice con este material debe responder a las preguntas que encontrará en el siguiente formulario: FORMULARIO
Con este material y la investigación que pueda realizar en otras fuentes participará en el Foro que se ha organizado para la cuarta semana y donde estarán involucrados todos los miembros que conformen esta cohorte.
INTRODUCCIÓN
Las empresas mencionadas tienen todo un
departamento conformado por personas cuyo trabajo principal es pensar
constantemente en cuáles podrían ser las próximas preguntas que la empresa
tiene que responder para asegurar su crecimiento y expansión.
Si nos acercamos a analizar lo que
podemos lograr a través de las preguntas nos daremos cuenta del gran poder que
tienen:
- Son capaces de abrir las puertas al diálogo,
- Despertar interés en algún tema,
- Dan lugar a la creatividad,
- Al descubrimiento
- Y al pensamiento progresivo.
Son el motor de nuestros pensamientos y nos conducen a darle una
utilidad práctica al conocimiento.
Las preguntas son tan esenciales para el
ser humano que todo lo que sabemos de nuestro mundo y del universo se gestó en
la mente de alguien que tuvo curiosidad y la inclinación a cuestionar su
entorno.
No existe un sólo campo intelectual que
no haya surgido de un conjunto de preguntas que impulsaron el pensamiento de
sus pioneros. Los precursores en algún área más que grandes pensadores, ante
todo han sido individuos capaces de engendrar preguntas significativas.
No es un secreto que las empresas y las
personas que logran un mayor crecimiento son aquellas que desarrollan el arte
de hacer preguntas y que perfeccionan su método de cuestionamiento indagando
cada vez más en el estudio de sus respuestas.
El arte de hacer preguntas
poderosas e inteligentes es una práctica, un hábito que la gente y las organizaciones
exitosas deben cultivar.
Si el arte de hacer preguntas es tan
importante, ¿por qué no invertimos más tiempo y energía en formularlas?
Desde esta perspectiva existen dos
notables razones por las que esto ocurre: Primero, estamos inmersos en una
dinámica tan acelerada que consideramos cualquier pausa como una pérdida de
tiempo.
Las respuestas a nuestras interrogantes suelen ser las pausas del
pensamiento, el proceso mediante el cual obtenemos conclusiones sobre nuestras
dudas y lo que requerimos para continuar comprendiendo nuestro entorno. Sumidos
en este vertiginoso ritmo de vida, resulta una tarea titánica incorporar
la reflexión como una práctica no solo viable, sino necesaria. La
reflexión es imprescindible para el adecuado desarrollo mental y emocional de
las personas. Cuando cultivamos la reflexión, cultivamos la práctica del
cuestionamiento.
Segundo, no nos enseñan a cuestionar lo
que vemos, lo que escuchamos, lo que leemos e incluso lo que aprendemos.
Nuestro sistema educativo se ha centrado más en la memorización de datos y la
repetición de respuestas que en la habilidad de cuestionar lo que somos capaces
de percibir a través de nuestros sentidos e incluso, aquello que no podemos ver
o sentir. De alguna manera nos hemos conformado con recibir información sin
objetarla, sin analizar de que manera esas ideas y conocimiento nos
proporcionan la oportunidad de inquirir y hallar posibilidades innovadoras para
tomar decisiones o acciones claves en nuestra vida o trabajo.
Entonces, ¿cómo sabemos si estamos
ante una pregunta poderosa e inteligente?
La respuesta es sencilla: una pregunta
poderosa e inteligente es capaz de trascender mayores límites. Si
pregunto ¿qué hora es?, recibiré una respuesta que me llevará a
una ubicación del tiempo y quizás nada más, pero si pregunto ¿qué determina la hora que es ahora?, entonces
estoy accediendo a otro repertorio de preguntas que darán lugar a un análisis
más profundo.
Como vemos, sólo cuando una respuesta evoca otras preguntas, se
hace posible que el pensamiento continúe la exploración y por ende, se
manifieste el descubrimiento de otros niveles de conciencia, lo que constituye
la clave de la evolución en todo el sentido de la palabra. Dicho de otra forma,
no existe posibilidad de acceder a nuevos mundos y aspectos de la vida que aún
desconocemos si nos limitamos a hacer preguntas pobres y superficiales.
Una mente que genera preguntas de forma
activa es una mente que está involucrada con un aprendizaje sustancial y de
fondo. Contrario a lo que se piensa, uno puede darse cuenta si una persona ha
comprendido algo en la medida en la que hace preguntas cada vez más profundas.
Las preguntas superficiales suelen ser un indicador de una comprensión
superficial, de la misma forma como las preguntas confusas suelen serlo de una
comprensión equivalente. Por eso es que las preguntas tienen la capacidad de
potenciar nuestra inteligencia, porque estimulan la reflexión, el pensamiento
productivo y garantizan el aprendizaje efectivo.